

Algunas ediciones se agotan, y entonces ese valor se multiplica. Ciertos títulos son buscados y rebuscados por su fidelidad, sus fotos o sus descripciones de la Ruta.
Y este es el caso de la pequeña colección de los también pequeños libritos editados en el Año Santo 2010 por la Junta de Castilla y León. Casi minúsculos, caben en cualquier bolsillo, y con un diseño bien trabajado y apoyado en los colores han ayudado a miles de peregrinos a cruzar llanuras y montes –que también los hay en Castilla y León, aunque muchos piensen que aquello es una meseta cuya única dificultad estriba en los kilómetros lineales o en el calor- rumbo a Compostela.
En realidad, y para ser sinceros, esa colección despierta la envidia, ¿para qué negarlo?